sábado, 20 de febrero de 2010

La fe verdadera

 La fe verdadera
Dios sacia a los hambrientos,  Dios toca a los apasionados, tu actitud determina tu altitud. 

Romanos  4:18,  nos  muestra  como  Abraham  creyó  esperanza  contra  esperanza    creyendo  la Palabra que había recibido de que sería padre de muchas generaciones y no dudó, aunque era de noventa y nueve años y Sara estéril, sino que se fortaleció con esa promesa recibida   y dio la gloria a Dios. 
Dios sacia a los hambrientos,  Dios toca a los apasionados, tu actitud determina tu altitud.  Habrán situaciones en contra en  tu vida, pero siempre hay esperanza, tanto en el ámbito natural como en el espiritual, la fe es contada por justicia como en el caso de Abraham que aunque era de esa edad y su mujer estéril creyó en  la promesa.   Si usted mira a  los patriarcas del Antiguo Testamento se dará cuenta que ellos no solo fueron reconocidos por el cumplimiento de las leyes de Dios sino por la fe en El.

Cuando Jesús vino fortaleció el concepto de la fe, en los diecinueve casos de sanidades especificas,
siempre Jesús dijo hágase conforme a tu fe. No podemos obviar que además de que la gente  fue sana por  Jesús  también  fue necesario que creyera en la Palabra dada por Él, creerle desata el milagro.
El  que  tiene  fe  verá  la  Gloria  de  Dios, conquistará  reinos,  derribará muros,  tapará  la  boca  de leones, esta es la fe que vence al mundo, no sabemos quien, ni cuando pero tenemos la certeza de que las cosas que aún  no vemos pronto las tendremos delante de nuestros ojos.

La fe es la certeza de lo que esperamos y la convicción de lo que no se ve, muchas veces a la hora de  la ministración  la  gente  se muestra  como  si  tuviera  fe,    pero  en  realidad  lo  que  tienen  son heridas o situaciones que los debilitan. Existen ciertos  tipos de discípulos como  lo describe  Juan 20:24 en adelante,   describe a   Tomás, que aunque era uno de  los doce era  incrédulo, al punto que  Jesús  le hizo poner  su mano en  su costado y  le mostró  las heridas de  los  clavos en  sus manos para que pudiera  creer que aunque había durado tres días en el sepulcro resucitó, y le dijo Tomás porque viste creíste dichosos los que creen sin haber visto.

Tu fe no puede ser después de haber visto,  eso no es fe, si vas a creer después que ya tengas un hijo no tiene sentido. Hay gente que habla cosas pero no las cree y hay otras que creemos  y hablamos de lo que hemos creído, muchas veces no tenemos ni  idea pero sabemos que algo viene de parte de Dios,  los que tienen fe disfrutan de su vida cristiana porque saben que algo va a pasar, en cambio  los que son como Tomás son aburridos. La fe hace que el que cree se prepare y se vista como quien espera algo grande, como nosotros.La  fe  es  victoria  antes  de  la  victoria. Esta

ciudad va a estar a  los pies de Cristo,  los Tomás   solo hablan de crímenes, de  lo malo que sucede en la ciudad, pero nosotros hablamos lo que Dios tiene para esta ciudad. Como en 1 de Samuel 4:2, nos muestra la fe del sacerdote, si no hay verdadero arrepentimiento, la presencia de Dios para  ti  se  convierte en un  amuleto.   Hay quienes  creen que  aún haciendo  lo malo, porque buscan de Dios  tendrán la bendición de Él,  creen que aún si roban porque vienen a la Iglesia, diezman y ofrendan no les va a pasar nada.  O en cuanto a la salud si no se cuidan vivirán las  consecuencias,  porque  aún  cuando  mi confianza  está  depositada  en  el  Señor  yo  consulto médicos previniendo cualquier dolor, aún sabiendo que Jesús pagó por mi enfermedad, a veces la gente cree manipular a Dios, eso no es fe,  la fe no es ciega, la fe ve claramente, cuando recibes una Palabra de parte de Dios crees que aquello va a suceder.

La fe es fundamentada  en la Palabra de Dios, si quieres ver la Gloria de Dios no lo harás con la fe de Tomás.
Cada vez que estés frente al mar no vas a decir ábrete, porque esa Palabra fue dada a Moisés, Dios te dará una Palabra para ti, que te va a sostener con seguridad.
Abraham hizo tres cosas:

1.  Cambio su nombre de Abran a Abraham.  
2.  No miró  las circunstancias, aún cuando era su cuerpo viejo y  la matriz de Sara estéril, el que mira  las circunstancias se hunde,   así como Noé que dejo una ventana en  la parte de arriba del arca  con una medida de un codo por un codo  con el  fin de mirar al  cielo, así mismo, tú has de mirar que dice en la Palabra de Dios.
3.  Abraham se fortaleció dando  la Gloria a Dios, cuando  la cosa se pone dura solo debemos adorar, si el síntoma reaparece adora a Dios.

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