jueves, 29 de julio de 2010

De tal manera

Que amor tan grande ha tenido por la humanidad mi Dios, que enviaste a tu hijo Jesús en rescate de este mundo, y los seres humanos no valoramos tu sacrificio, tu entrega, tu muerte por nuestro pecado, oh! si este mundo valorara en su justa dimensión, todo lo que hiciste por nuestra alma, por nuestra mardad, oh sin tan solo meditara por un momento y pensará donde estariamos hoy si no fuera por este sacrificio.

Donde estaria la humanidad, Gracias Jesús!!! porque tengo vida eterna.  Aunque el mundo sigue aun despresiando tu llamado tu sigue amando a los seres humanos, sigue diciendole que solo en ti esta la vida, y una vida de paz, amor, esperamza, de tu ayuda, de fe, de alegria, etc.

Por su amor yo viviré, de su amor yo cantare, con mi Jesús caminare, por qué el me amó a mi, le seguire, para siempre....Como no he de servisrte, como no he de amarte, como no es de adorarte a ti mi Dios

sábado, 24 de julio de 2010

Estudios Bíblicos – La fortaleza de la malicia 

Donde la malicia sobra, falta el entendimiento
La inocencia de unos es malicia de otros

La malicia es una fortaleza espiritual de maldad y tiene relación con la desconfianza, es decir que el que tiene malicia, prefiere pensar de con picardía y astucia: “Entonces  se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra. Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres. Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron. Mateo 22: 15- 22.

El malicioso no ve al pecador contrito y arrepentido sino a sus deslices y pecados, no ve la lucha del pecador penitente contra el tropiezo sino la tentación que hay en él producto de su carnalidad y del entorno físico y espiritual en el que sucumbe. El malicioso usualmente no  es compasivo como Jesús; un buen ejemplo de estos maliciosos fueron los fariseos que utilizaban esta estrategia para mantener en una dictadura religiosa al pueblo de Israel.

La Biblia nos menciona que el corazón del hombre siempre tiende hacia lo malo desde su juventud.  Será porque somos educados por gente que a pesar de sus buenas intenciones combina las buenas normas de conducta con la malicia aprendida de sus propios maestros. Por más que trates de enseñar a tu pequeño infante el tema de sus sexualidad de una manera pura y sin complejos personales, otros se encargarán (pueden ser otros pequeñitos como él) de agregarle malicia como condimento para volver algo natural en algo morboso y sucio.

Nuestros pensamientos antes de llegar a los pies de Cristo fueron contaminados con maldad, es por ello que muchos cristianos no pueden crecer pues hay malicia en su corazón, malicia que pervierte sus relaciones con otros hermanos, malicia que enturbia el conocimiento que va adquiriendo en sus primeros pasos de fe, malicia que se desarrolla como la cizaña que hacen crecer y crecer otros maliciosos que no ven que el problema está en su corazón y no en la paja del ojo de sus hermanos, malicia que corre y se esparce en los pasillos y provoca que haya  peligro de apartarlo totalmente de Dios.

La tendencia de la malicia lleva hacia la desobediencia e impide entrar en el reposo de Dios, la persona busca hacer su voluntad y no se deja guiar por el Espíritu Santo ni por consejo.   La malicia se puede manifestar a consecuencia de la envidia, en ello vemos a los hermanos de José.  Una mente y conciencia corrompidas hace que la persona no vea nada con pureza, por ello necesita renovar su forma de pensar, dejando atrás pensamientos antiguos como venganzas, rencor o resentimiento hacia alguien. La malicia no tiene nada de bueno, no se puede disfrazar este veneno del diablo con buenas intenciones, hay que erradicarla de nuestras mentes, echarla fuera de nuestras relaciones, no darle permiso si viene disfrazada en frases de exhortación, chismes, juicios, o hasta motivos de oración.  Simplemente la malicia no debe ser aceptada, porque siempre vendrá acompañada de orgullo, bajas intenciones, burla, hipocresía, mentira, difamación, violencia, ingratitud, envidia, arrogancia, calumnias y odio.

Oración contra la fortaleza de la malicia
Padre amado
Tu Palabra dice que quien se conduce con integridad, anda seguro, pero el que es malicioso, será descubierto, Señor, yo no quiero que mis pensamientos sean contaminados, que la necedad y la ira me dominen, que mi boca hable burlonamente y me dedique a juzgar a los demás, te pido que pongas un yelmo de santidad en mi cabeza para que la influencia del maligno no contamine mis intenciones, quiero hacer todo guiado por ti.

Padre ahora entiendo que son las malignidades de nosotros las que nos separan de ti.  Son estos pecados los que te llevan a ocultar tu rostro para no escucharnos. Hemos ofendido  al Espíritu Santo. Perdóname Padre, ahora abandono toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Renuncio a la malicia, a la burla, picardía, hipocresía y crítica, y más bien te pido Espíritu Santo que me enseñes a ser compasiva  y  a perdonar como tú me perdonas a mí en Cristo Jesús.

No permitas que mi boca me haga pecar, que yo no hable mal de nadie, conviérteme en un agente de paz,  demostrando plena humildad en mi trato con todo el mundo.  En otro tiempo también yo era necia y desobediente. Estaba descarriada y era esclava de todo género de pasiones y placeres. Vivía en la malicia y en la envidia. Era detestable y podía odiar a mis enemigos. Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios mi Salvador, él me salvó, no por mis propias obras de justicia sino por su misericordia. Me salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre mi vida por medio de Jesucristo nuestro Salvador.

Por todo esto Padre, abandono la malicia, y me deshago de la vieja levadura para ser una masa nueva, un pan sin levadura, porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado, enséñame a andad en  la sinceridad y la verdad.  Amén.

Citas Bíblicas sobre la malicia
Salmo 73:1-10 “Esos malvados. Ellos no tienen ningún problema;  su cuerpo está fuerte y saludable. Libres están de los afanes de todos;  no les afectan los infortunios humanos.  Por eso lucen su orgullo como un collar,  y hacen gala de su violencia.  ¡Están que revientan de malicia,       y hasta se les ven sus malas intenciones! Son burlones, hablan con doblez,  y arrogantes oprimen y amenazan.  Con la boca increpan al cielo, con la lengua dominan la tierra. Por eso la gente acude a ellos  y cree todo lo que afirman.”
Salmos 139:20 ¡Esos que con malicia te difaman y que en vano se rebelan contra ti!
Proverbios 10:9-11  Quien se conduce con integridad, anda seguro;  quien anda en malos pasos será descubierto.  Quien guiña el ojo con malicia provoca pesar; el necio y rezongón va camino al desastre. Fuente de vida es la boca del justo, pero la boca del malvado encubre violencia.”
Isaías 59:2-5 Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios.  Son estos pecados los que lo llevan a ocultar su rostro para no escuchar. 

Ustedes tienen las manos manchadas de sangre  y los dedos manchados de iniquidad.  Sus labios dicen mentiras;  su lengua murmura maldades. Nadie clama por la justicia, nadie va a juicio con integridad.  Se confía en argumentos sin sentido, y se mienten unos a otros. Conciben malicia y dan a luz perversidad.  Incuban huevos de víboras  y tejen telarañas.  El que coma de estos huevos morirá;  si uno de ellos se rompe, saldrá una culebra.”

Romanos 1:28-30 “Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer. Se han llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de envidia, homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos, calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios y arrogantes; se ingenian maldades; se rebelan contra sus padres”
Efesios 4:30-32 “No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención. Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”

Colosenses 3:7-9 “Ustedes las practicaron en otro tiempo, cuando vivían en ellas. Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno. Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios”
Tito 3:2-6 “A no hablar mal de nadie, sino a buscar la paz y ser respetuosos, demostrando plena humildad en su trato con todo el mundo.  En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes. Estábamos descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres. Vivíamos en la malicia y en la envidia. Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros. Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador, él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador.

1 Corintios 5:7-11 Desháganse de la vieja levadura para que sean masa nueva, panes sin levadura, como lo son en realidad. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado. Así que celebremos nuestra Pascua no con la vieja levadura, que es la malicia y la perversidad, sino con pan sin levadura, que es la sinceridad y la verdad.  Por carta ya les he dicho que no se relacionen con personas inmorales. Por supuesto, no me refería a la gente inmoral de este mundo, ni a los avaros, estafadores o idólatras. En tal caso, tendrían ustedes que salirse de este mundo. Pero en esta carta quiero aclararles que no deben relacionarse con nadie que, llamándose hermano, sea inmoral o avaro, idólatra, calumniador, borracho o estafador. Con tal persona ni siquiera deben juntarse para comer.

Martha Vílchez de Bardales

150 Vídeos Cristianos y Películas Cristianas para Niños

Hola a todos  amigos , a pedido muchas personas que nos escriben a www.devocionalescristianos.org , seguiremos sembrando en los mas pequeños , y esta vez colocando a disposicion de Uds. 150 vídeos cristianos y películas cristianas para niños .Ha sido un trabajo un poco cansado pero el esfuerzo la vale! .Inicialmente estos 150 vídeos y películas cristianas para niños estarán a modo online , en unos días mas colocaremos los links para las descargas , por el momento ya hemos enseñado como bajar estos vídeos cristianos para niños desde youtube .Conocemos de la necesidad en la iglesia por este tipo de vídeos cristianos y películas cristianas para niños , así estamos colaborando con el reino .Bueno espero disfruten de la relación de vídeos cristianos .Puedes ver vídeos cristianos para niños directamente desde este enlace :
http://devocionalescristianos.org/category/ver-videos-cristianos-para-ninos

Moises El Príncipe de Egipto – 1 / 9 – Español – Espanhol – Espanish

Plan de Salvación

El puente

Elías 1 de 3

La Historia de Jonas – Parte 1

Jesus Has Risen! JESUS A RESUCITADO parte 2

La Historia de Jonas – Parte 3

La Historia de Jonas – Parte 2

Jesus Has Risen! JESUS A RESUCITADO parte 1

Biblia El Arca de Noé y 05

WENDY Y EL LLORON

Biblia El Arca de Noé 02

Biblia El Arca de Noé 01

Biblia El Arca de Noé 04

Biblia El Arca de Noé 03

LA BIBLIA 2

Manga Messiah – Manga Mesias

Lazaro Vive 2-3

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El Mayor es el que sirve 3-3

Perdona Nuestras Deudas 3-3

Perdona Nuestras Deudas 2-3

El Juez Justo 3-3

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Saulo de Tarso “Pablo” 3-3

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José en Egipto 1-3

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DIBUJOS ANIMADOS, Daniel, del Antiguo Testamento, parte 2

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Moises, 2-2 “Desde su nacimiento hasta la zarza ardiente”

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Saulo de Tarso “Pablo” 1-3

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Ha Resucitado 1-3

El Buen Samaritano 1-3

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El Profeta Daniel 3-3

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El Hijo Prodigo 1-3

Las Parábolas de Jesús 3-3

El Buen Samaritano 3-3

El Profeta Daniel 2-3

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El Rey Ha Nacido 3-3

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Tesoros en los Cielos 3-3

La historia del profeta Juan El Bautista 1-3

La historia del profeta Juan El Bautista 2-3

Las Parábolas de Jesús 2-3

Ha Resucitado 2-3

El Profeta Elías 3-3

Ha Resucitado 3-3

La historia del profeta Juan El Bautista 3-3

El Profeta Elías 2-3

El Rey Ha Nacido 2-3

El Rey Ha Nacido 1-3

DIBUJOS ANIMADOS, Daniel, del Antiguo Testamento, parte 1

Ester 2-3

El Profeta Eliseo 2-3

Abraham & Isaac 1-3

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David & Goliat 3-3

Ester 1-3

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Parábola de la oveja perdida – Dibujos Animados

DIBUJOS ANIMADOS DE LA BIBLIA el reino de los cielos parte 2

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ESTUDIOS BIBLICOS – Sufrir por hablar de más

1 Samuel 25:3
Original: Bernardo Stamateas
Adaptación y modificación: Jorge Mendoza L.

David tenía un ejército de seiscientas personas en los tiempos del Rey Saúl. En esa época le toco escapar del rey, porque quería matarle; y acampaba en distintos lugares. En uno de ellos, se aproximaron a un lugar donde también venían unos pastores del grupo de Nabal (que quiere decir estúpido). Nabal era un hombre con mucho dinero y con mucho bienes, descendiente de Caleb, casado con una mujer inteligente y bella llamada Abigail. Parte de los pastores de Nabal acamparon cerca del ejército de David.

Los israelitas tenían por costumbre ayudar a quien acampaba cerca y estaba necesitado; se le daba comida, se le cuidaba, se le proveía de tiendas para que pudiera dormir. Así sucedió en una ocasión, el ejercito de David ayudó a los pastores de Nabal. Pasado un tiempo, el ejército de David se encontraba en una situación difícil y se acercó al campamento de Nabal, y David envió parte de su ejército a decirle a Nabal: “Cuando tus pastores estuvieron cerca de nosotros los tratamos bien, les dimos comida y cuidado, ahora necesitamos, por favor, que hagas lo mismo por nosotros, porque estamos huyendo”. Pero Nabal en lugar de ser hospitalario, a pesar de que sus pastores habían sido tratados bien, habló y se ató con sus palabras al decir:”Quién se cree que es ese tal David, es un esclavo que está escapando”.

David tuvo un ataque de enojo incontrolado, cuando se enteró de lo dicho por Nabal, y levantando al ejército exclamó: “Vamos a cortarlo en pedazos a Nabal”. Uno de los pastores se enteró de que David venía a matar a Nabal, entonces fue corriendo a la esposa y le advirtió: “David viene muy enojado y va a matar a tu marido”. Abigail rápidamente tomó toda la comida que pudo, se acercó a David por otro camino, le dio la comida y le pidió por favor que no le hiciera nada a Nabal: “Cómo vas a derramar sangre, estás actuando mal porque este hombre es un necio y no puedes rebajarte a su altura”. David recapacitó, y pensó: “Menos mal que esta mujer me habló, cómo voy a rebajarme a la altura de este tonto”. Salomón dice que si respondes al necio con su necedad, eres tan necio como él.

Más tarde, ese mismo día, Nabal estaba borracho y Abigail le contó lo sucedido de cómo le había salvado la vida. A Nabal le dio un paro cardíaco y murió. Tiempo después David se casó con Abigail.
Gracias a esta mujer se evitó una masacre.
La mala confesión siempre trae sufrimiento.
Siempre que mencionamos el sufrimiento pensamos en el ámbito físico, pero  hoy quiero mencionarles acerca del sufrimiento emocional y social, que puede traer nuestra manera de hablar. Gran parte del sufrimiento que tenemos se debe a lo que decimos.


¿Por qué estoy solita? Por la boca que tienes.
¿Por qué no puedo formar pareja? Por la boca que tienes.
¿Por qué me abandonó mi marido? Por la boca que tienes.
¿Por qué me hacen a un lado en la Congregación? Por la boca que tienes.
¿Por qué nadie me cree? Por la boca que tienes
¿Por qué mis hijos están lejos? Por la boca que tienes.

ESTUDIO BIBLICO – CASH LUNA – TODO LO MIO ES TUYO Y LO TUYO MIO

Dios paga con admirables intereses a quienes ayudan al necesitado.
Demuestra tu sensibilidad ante la necesidad del prójimo.  Dios paga con admirables intereses  a quienes ofrecen lo que tienen para ayudar a otros.
Lucas 10: 30 nos cuenta: Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.

Los asaltos no son novedad y Jesús aprovechó uno para enseñarnos sobre la generosidad. Este hombre fue víctima de asaltantes. Despojar significa desvestir, desnudar, quitar las cobijas o lo que cubre. Esta palabra se aplica a la dimensión física y espiritual porque hay personas que quitan las vestiduras que cubren el alma de alguien, le hieren, despojan y dejan al descubierto.  Los asaltantes tomaron todo y se fueron. Luego aparecen varias personas que toman diferentes actitudes frente al que estaba “medio muerto”. Esta expresión significa que lo golpearon al punto de parecer muerto pero realmente no lo estaba.

Los versos 31 al 33 del mismo pasaje, continúan: Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia.

Nota que El samaritano se acercó a la persona, no al lugar. Analicé la palabra “ver” y en griego, en el contexto de este pasaje significa percibir, aprender y tomar información a través de los sentidos. Esto solamente lo logró quien se acercó y se dio cuenta que el hombre realmente no estaba muerto como parecía.  Seguramente lo tocó, le tomó el pulso, lo olió y se dio cuenta que aún respiraba. Solamente acercándonos somos movidos a actuar.  Quienes están sentados en su casa viendo en las noticias las tragedias que suceden alrededor, no sentirán la compasión que los mueva a tomar acción y ayudar.  En los últimos tiempos hemos vivido desastres de todo tipo, terremotos, maremotos, derrames de petróleo, erupción de volcanes y  tormentas tropicales. Para ser movidos a colaborar, debemos aprender a ver y ser sensibles a la necesidad de otros. Dios debe mover tu corazón para actuar, no basta orar, hay que hacer, la gente está necesitada y debemos aportar.

El hombre que fue asaltado venía de Jerusalén, así que era muy probable que fuera israelita, como el  sacerdote y el levita que ni siquiera se acercaron a comprobar si estaba vivo. Nuestra generosidad nunca debe condicionarse por la raza, credo o religión de aquellos que necesitan ayuda porque el hambre se manifiesta de la misma forma sin importar de dónde vengamos. El  estómago hambriento suena igual en cualquier idioma, así que debemos ayudarnos por igual. Es más, ¡el samaritano ayudó al israelita aún cuando eran pueblos enemigos! Esta es una gran lección de humildad y generosidad.
El verso 34 dice sobre el samaritano: y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.
 
Además, no escatimó recursos y esfuerzos para bendecir. Seguramente era un hombre de buena posición económica porque el aceite y el vino son figuras de prosperidad. Tenía medio de transporte y seguro era grande porque pudo subir al herido, como si fuera un pick up de doble cabina; también tenía posibilidades para pagar el hospedaje. No se detuvo ante nada.  No sabemos con qué le vendó, si tenía algo es su alforja o rasgó su vestido para hacerlo. Dio su tiempo y recursos. Lo mismo necesitamos ahora, gente que aporte recursos y que también ayuden dando su tiempo y esfuerzo.  Todos podemos colaborar con mano de obra y bienes, no se trata de salir del compromiso dando algo mínimo sino demostrando que realmente somos sensibles a la necesidad que vemos. Algunos tienen tiempo para ser voluntarios y ayudar, otros tienen recursos económicos para proveer, ambos son importantes para enfrentar las dificultades y se agradecen por igual.

Y el verso 35 relata: Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
Se nota que el samaritano era un hombre ocupado porque al siguiente día debía irse, ya no podía quedarse a cuidar al herido, se fue a trabajar para poder pagar al mesonero, a quien dejó encargado para que lo ayudara. Éste seguramente lo conocía porque no desconfió de ese hombre que traía a otro gravemente herido, además, aceptó cuidarlo aunque después recibiera el pago completo por sus servicios.  Tal vez no tengas tiempo para ir al lugar a entregar víveres al necesitado pero tienes capacidad para producir lo que otros podrán repartir. El que ayuda inspira a otros. Si todos nos movilizamos y nos dejáramos contagiar por la generosidad, seguramente acabaríamos con muchos de los problemas que nos aquejan. Sabemos que Jesús vendrá pronto y es como el samaritano que pagará lo que hagas por el prójimo.

La actitud correcta
En la parábola vemos tres actitudes. La primera es la codicia de los ladrones que los hace pensar: “lo que es tuyo es mío y te lo arrebato”. Esta codicia parece mover al mundo de hoy y es motivo de muchos pecados, incluso del adulterio porque nos mueve a desear lo que no nos pertenece. La biblia dice que no codiciemos la mujer de prójimo porque  es un robo  buscar algo que no es nuestro.
La segunda actitud es el egoísmo del  sacerdote y levita que dijeron: “lo que es mío es mío y nadie me lo quita”. Se sintieron ajenos a la desgracia de ese hombre que fue asaltado y tal vez pensaron que se lo merecía por no hacer caso de las advertencias.  Esa actitud de indiferencia y egoísmo nos afecta porque impide que ayudemos a otros y además, recibamos bendición por ello.

La tercera actitud es la generosidad del samaritano que se movió a ayudar a quien lo necesitaba y dijo: “lo que es mío es tuyo, te lo comparto”. Esta es la actitud que debería mover al mundo porque todos somos llamados a ser solidarios y cuidar de nuestro prójimo, tal como este samaritano y el mismo Jesús nos enseñaron. Muévete para ayudar y contagia a otros. El samaritano no le pidió al mesonero que diera algo, pero seguramente al volver, éste le dijo: “es extraño que cuando me trajiste a un necesitado mi negocio se llenó de huéspedes. Me trajiste bendición, así que te cobraré solamente la mitad de lo gastado y yo asumiré la otra mitad”. Me atrevo a hacer esta conjetura porque Dios siempre bendice a quien es de bendición para otros. La Palabra dice que el que ayuda al pobre no le faltará nada.

El Señor paga con intereses
Proverbios 19:17 promete: A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.
 

Esta Escritura es un poco difícil de comprender y aceptar porque nadie piensa que es posible prestarle algo a Dios que nos ha dado todo.  Al ofrendar y diezmar, le damos lo que le pertenece, además, todo lo que tenemos viene de Sus manos, sin embargo, para Él, darle al necesitado es prestarle algo que luego nos pagará con creces. Dios siempre ve lo que hacemos con lo que nos da.  En mi presupuesto siempre contemplo algo para las viudas y gente pobre. Tengo esa responsabilidad porque he recibido mucho del Señor y aunque no soy capaz de cobrarle, sé que Él tampoco es capaz de dejar de pagar. Esto también me hace pensar en la errónea actitud de quienes se enojan cuando les cobran lo que deben.

Al recibir un préstamo, se llenan la boca en agradecimientos para quienes les ayudan pero no se dan cuenta que esa misma persona se convierte en el acreedor que luego les cobrará con justa razón.  Paga lo que debes sin protestar ni maldecir y si tienes algún problema, afronta la situación y preséntate ante tus acreedores a explicar lo que sucede. No te molestes si te cobran porque el que debe tiene la obligación de pagar.
Si quieres ver la mano de Dios, da la cara a quienes les debes  y no hables mal, porque una actitud equivocada no te dará derecho a pedir la
ayuda del Señor y por el contrario, provocará que todas las tormentas caigan sobre ti.
Volviendo al tema, Dios está en deuda contigo cuando le das al necesitado y nunca dejará de pagarte aunque tú no le cobres.  Nunca podrás decir que le perdonaste una deuda al Señor y por eso tienes derecho a pecar. Eso se llama soborno y no es aceptable ante los ojos de Dios que siempre devuelve el bien que haces y paga admirables intereses. Cuando siento que tarda en pagarme, le digo: “no te preocupes porque sé que los intereses se acumulan a mi favor”.

Cierta vez, mi madre me regañó porque al entrar a mi habitación, descubrió que no tenía sábanas ni colchas para taparme porque las había regalado a quienes no tenían.  Ella aún no se había entregado al Señor y se enojó muchísimo conmigo, me regañó de la forma que solamente las madres pueden hacerlo y me dijo: “Si quieres servir al Señor muchos años, debes cuidarte porque muerto no podrás hacerlo. Enfermo no podrás servirle, quédate con algo para cubrirte”.  De esa forma me enseñó el balance. Continué dando todo cuanto tengo  a pesar que otros me advertían que la gente me engañaba con tal de recibir algo.  La motivación de otros no debe interferir con tu deseo de ayudar, cada quién dará cuentas de sus actos y tu deseo de servir no se afecta por la avaricia de quien recibe.

En otra oportunidad me sucedió algo parecido con mi tía Nati, una señora muy especial que me quería mucho y tenía suficiente dinero.  Su casa era la mejor, siempre usaba buena ropa y manejaba un carro del año, en su cocina siempre había lo mejor para comer. Yo viví con ella un tiempo y era muy estricta. Decía: “aquí se desayuna a las seis, se almuerza a las doce y la cena se sirve a las seis”. Una noche que quise comer a las siete, me dijo: “este no es un hotel, ahora deberás esperar hasta el desayuno”.  Dos veces tuve que buscar mis tenis para jugar voleibol en la basura porque los había dejado junto a la cama y me dijo: “ese no es su lugar, si no los dejaste en el  clóset, ve a ver si aún no se los han llevado los de la basura”. Pero también era consentidora en algunas cosas y yo me sentía su preferido. Cuando tenía  11 ó 12 años, me regaló una chumpa beige de cuero italiano hecha a la medida. Yo la lucía orgulloso porque  estaba de moda la película “Saturday night fever”.  Entonces, todos los días, a las seis de la mañana, pasaba por mi casa un hombre que vendía el periódico.  Era muy trabajador, caminaba rápido y siempre llevaba de todos los diarios que se leían en esa época.  Una mañana que hacía mucho frío, salí y le regalé mi chaqueta de cuero italiano.  No tardó mucho en enterarse mi tía que me llamó: “Carlos (yo sabía que estaba enojada porque me decía mi nombre sólo para regañarme), ¿dónde está la chaqueta que te regalé?”.  Le dije que la tenía guardada pero me respondió: “ya me contaron que se la regalaste al señor que vende el periódico”.  Claro, la “reportera” del vecindario le había dado el chisme, porque siempre hay una que no se pierde detalle de la vida de los vecinos.

Mi tía también me preguntó: ¿sabes lo que costó esa chaqueta? Seguro que no y por eso la regalaste”. Es mejor no saber el precio de las cosas para no tener miedo de dárselas a otros.
Otra vez, siempre de pequeño, cuando jugaba voleibol, iba a regalarle un par de zapatos al niño de la tienda que cuidaba los carros.  Mi madre me dijo que no lo hiciera porque seguramente no calzábamos del mismo número, pero yo no pensaba regalarle un par de zapatos míos, sino que había ahorrado del dinero que me daban para almorzar e iba a comprarle unos nuevos  y así lo hice.  Cuento estas anécdotas porque ahora, muchas personas se acercan para obsequiarme. Cuando viajo, nunca falta quien me invite a comer y me tratan bien. A veces me llevan a boutiques para que escoja trajes que cuestan mucho dinero y me niego pero las personas insisten.  En esos momentos recuerdo aquella chaqueta y digo: “vaya que el Señor me sigue pagando con admirables intereses”. 

Nuestro Señor dice que nos pagará con intereses lo que demos al pobre. No lo dudes, recibirás bendición cuando seas sensible a la necesidad de alguien y compartas de corazón y con amor.  El mundo está en crisis, muchos países, incluyendo Guatemala necesitan ayuda y debemos movernos para bendecir y recibir bendición.

Marcos 14:7 advierte: Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. 

Los tiempos de necesidad nunca faltan y son oportunidades para recibir bendición. No olvides que dando es como recibimos. Ayuda a tu prójimo y agradece al Señor que te use para bendecir al necesitado. Recuérdale que todo lo tuyo es para ayudar y que  jamás le cobrarás porque sabes que nunca dejará de pagarte con lo que ha prometido darte.

Pastor Cash Luna

Solo no esta Irael Garabito

Solo no esta aunque venga tempetad, porque lloras si el te levanto, tus enemigos el lo derroto.....