martes, 17 de noviembre de 2009

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EL PLAN DE DIOS PARA EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA

Capitulo 1:

Matrimonio, Relación Primordial.
En el principio Dios hizo todo bueno y perfecto incluyendo el matrimonio, la primera institución
creada por El. (Génesis 1:27-28).

HOGAR > Trabajo > Sociedad > Iglesia.

El matrimonio es la base del hogar y este es la base de la sociedad.
La Naturaleza del Matrimonio.

El matrimonio como una unión fructífera y responsable entre un hombre y una mujer está
compuesto de varios elementos:

Primer Elemento: El matrimonio fue instituido por Dios. La naturaleza del matrimonio
comienza con el hecho de la Creación de Dios. Una institución que no se debe medir en
números, sino que es dinámica y vivificadora. Dios creó esta institución para unir en ella a dos
personas de sexo diferente, de orígenes diferentes, de características diferentes pero a la vez
creadas el uno para el otro, para que lleguen a ser “Una sola carne”.

Segundo Elemento: Una unión natural. (Gen 2:24). Es unión creada para canalizar los
instintos naturales del ser humano, incluyendo el sexo, pero no solo eso, sino que el original
hebreo implica también la unión de personalidades que son diferentes pero que pueden llegar
a una relación satisfactoria y placentera para ambos. Sin el sexo, hay algo incompleto en la persona que se puede compensar con un don especial “continencia” (1 Cor 7:7-9) o una
devoción continua al servicio que se debe renovar por etapas.

Tercer Elemento: una unión exclusiva. No “varias carnes”, si no “una sola”. La tarea de satisfacer por completo a la pareja requiere tanto esfuerzo que intentar hacerlo varias veces de forma simultánea afecta la estabilidad y sanidad emocional y síquica del individuo.
Al romper la exclusividad de esa unión, se afecta la estabilidad social también. La exclusividad
de esta unión se da también con respecto a los padres de ambos y a sus familias. (“dejara a su
padre y madre”). Lo ideal es que cada pareja tenga su propio techo (“el que se casa, casa quiere”). Esto implica libertad para el disfrute íntimo de la relación y cumplimiento de sus propias responsabilidades y prioridades.


Cuarto Elemento: Una unión permanente. Debe ser un compromiso libre al que se va con la
firme intención de trabajar en el de tal modo que perdure “hasta que la muerte nos separe”.
Ese es el ideal de Dios. Muchos se embullan por las características de la ceremonia y de los regalos. Otros lo evitan por temor a las implicaciones legales o por no sentirse “atados”. Dios espera que lleguemos al matrimonio tras un análisis hecho con cuidado, con la debida
preparación y buscando su voluntad para acercarnos así lo más posible a ese ideal de Dios.

Quinto Elemento: Unión espiritual que tiene como base el amor. Este es un amor que puede
cambiar, que puede fortalecerse, que se expresa de forma diferente en cada etapa pero que en
su esencia es Amor tal y como Dios lo soplo en el humano. Este amor comienza generalmente
por la atracción física, natural pero que se amplia y solidifica al identificar nuevas areas
atractivas en el otro, sea en el carácter, principios o actuaciones. Este elemento nos lleva a una
consideración y respeto el uno por el otro que le da aun al sexo una dimensión mayor
(Colosenses 1: 17). Ese amor logra renovarse cuando vamos a la fuente de todo Amor: Dios mismo (Efesios 5:25-29).

Los Propósitos del Matrimonio.
Los elementos antes vistos son puestos por Dios en esta institución con el fin de que podamos
lograr los propósitos, las metas que El ha concebido para el ser humano en este aspecto.
Podemos señalar entonces dos tipos de propósitos buscados por Dios en el matrimonio:
Propósitos creativos (positivos) y Propósitos preventivos (negativos).
Propósitos Creativos:

1- Compañerismo: (Gen 2:18) “ayuda idónea”. La mujer es la ayuda, no la esclava del
hombre, su complemento en todas las areas de la vida. Lo mismo para la mujer.
El ser humano es creado para vivir en grupo, necesita compañía y su mejor compañía es su pareja. “No esté solo”. Se necesita compañía antes que vengan los hijos, durante la crianza
de ellos y cuando se van ellos. (2 Corintios 6:14)

2- Procreación: (Gen 1:28) “fructificad”... Traed hijos cumple con el diseño de Dios para la
humanidad (“llenad la tierra”). Se espera que la llegada de hijos una más a la pareja, les ayude a
madurar (de esposo a padre, de esposa a madre), les dé satisfacción (Salmo 127:3).
Procrear significa “crear para otro”: crear para Dios. El tener hijos nos hace colaboradores de
Dios en su plan.

3- Edificación mutua: Cuando se acerca al ideal de Dios para la pareja, estos constituyen fuente de inspiración, superación y madurez para sí mismo, para los hijos, familia y sociedad (1 Pedro 3: 3-4,7). La edificación mutua avanza cuando hay consideración, comunicación y respeto. Cuando se edifican mutuamente, (o dignifican, se superan o van parejos) crean también el ambiente adecuado para la edificación de los hijos. Así reciben las primeras enseñanzas, el comportamiento social adecuado, los principios espirituales, las bases del carácter. Influencias como estas dejan huellas (Efesios 6:4b).

4- Propagación de la fe: Pablo usaba mucho a los hogares para enseñar la fe (Rom 16:5, Hecho 5:42). Comenzando por los hijos, familia, vecinos, sociedad. Si Dios es el Padre y somos de su familia, algo de su Hogar celestial estará presente en el nuestro y servirá como “sal y luz” para otros. Edificamos con ejemplo y conducta esperando que de alguna manera Dios nos use
como instrumentos para alcanzar a otros con su evangelio.

Propósitos Preventivos:

1-Control de las pasiones: El instinto natural es dado por Dios pero las pasiones viene de nuestras concupiscencias, por eso se establece que es mejor casarse que estarse quemado (1 Cor 7:). El celibato viene a ser un don especial dado y que permite tener los deseos naturales bajo control. Si no se tiene, es mejor casarse que andar dando escándalos. El matrimonio entonces es la vía para aquellos que no tiene ese don y que evita la degradación del individuo (lascivia).

2- Evitar la disolución de la sociedad: En Hb familia es “mishpajah” (tribu) lo que da idea
de un vinculo mas allá del circulo cercano y que se adentra en lo que hoy consideramos
sociedad. Por tanto, todo lo que vaya contra la estabilidad de la familia atenta contra la
estabilidad social. Por eso el adulterio, fornicación, idolatría etc. Eran tan condenados entre los
hebreos pues a la postre afectaban a toda la tribu (sociedad).
El propósito de Dios para la familia debe tener su expresión más completa en el Hogar cristiano donde se debe poner de manifiesto la superioridad de Cristo y sus enseñanzas. Al relacionarnos primero con Cristo, aprendemos a tener una mejor relación matrimonial, familiar y social. En Cristo podemos alcanzar el máximo de nuestro potencial (plan de Dios) y los beneficios de esta relación son mayores, eternos.