domingo, 25 de octubre de 2009

8 errores que cometen...

OCHO ERRORES QUE COMETEN LOS MÚSICOS Y DIRECTORES DE ADORACIÓN QUE FRENAN LA UNCIÓN.

1.
HABLAR, HABLAR Y HABLAR

1. HABLAR, HABLAR Y HABLAR

Este primer error es cuando la gente que dirige la alabanza y la adoración se pone a hablar; se ponen a presentar los coros: “Y ahora levanta tu mano”, “Y ahora dile al Señor”, “Y que lindo cuando Cristo vino a nuestro corazón, porque cuando Cristo vino a nuestro corazón, nuestra vida entera cambió…” y se ponen a hablar y a hablar... Una vez estaba en una reunión y el que dirigía la alabanza dice: “Bueno, vamo’ a cantarle al Señor, porque al que no le canta lo mando al peluquero que fui yo y le hace este corte asqueroso que tengo, jejeje” y entonces, entre canción y canción, se ponía a hablar.

Vos tenés que saber que la gente que dirige adoración tiene que pasar desapercibida, o sea, tiene que imponerse espiritualmente, marcar la atmósfera, pero tiene que pasar desapercibida para poder conducir. Nadie tiene que hablar.

2. VENIR, TOCAR E IRSE

Hay gente que se enamora del instrumento: tocan el pianito, pero el día que le sacás el pianito, no van más a la iglesia. Porque venía para tocar el pianito, venía para estar en el coro o para dirigir. Se enamoraron del instrumento o del rol, en vez de enamorarse del Señor.

Hay músicos que vienen, por ejemplo, tocan y después que tocaron se ponen a charlar entre ellos. Es como que dicen: “Ya terminé de hacer lo mío, así que cuando me vuelvan a llamar, vuelvo a tocar.” O peor todavía: los músicos vienen, tocan y después se van todos al baño. Y entonces se empiezan todos a mover, o les agarró sed o tienen fatiga crónica, etc.

Me acuerdo cuando estaba en Estados Unidos en cierta iglesia, los músicos estaban tocando y alabando. Cuando termina la adoración, el pastor me presenta, yo predico, digo: “Bueno, ponete de pie y le voy a pedir a los músicos que vengan. Vamos a adorar” y uno de abajo me hace señas de que no. Le digo: “Si, si, vamos a adorar. Una música de adoración”, ¡pero se habían ido los músicos! Entonces pasa el pastor y me dice: “No, pastor. Lo que pasa es que ellos se cansan y entonces se fueron”… O sea, ¡tocaron y se fueron! Y yo le dije al pastor cuando terminó: “Si fuese en mi iglesia, se van ¡pero no vuelven más, hermano! Se van de verdad” Venir y tocar. Es decir, no son parte.

Otro ejemplo, los músicos tocan, pero cuando viene la parte de la ofrenda se hacen todos los distraídos: “No, yo ofrendo con mis labios.” Porque piensan: “Yo vengo, toco o canto y me voy.”

EL SOLISTA

Alguna gente piensa que para llegar a dirigir tiene que pasar por el coro. O sea, el coro sería un grado intermedio. Entonces van a los líderes y les dicen: “Yo ya estuve tres años en el coro, ya me toca el momento de dirigir”… Es como que todos quieren llegar a la plataforma porque sienten que es el lugar especial. O peor todavía: algunos músicos “se la creen.” Le agarra el “espíritu de solista” y entonces en vez de dirigir y conducir a la iglesia a la unción, se pone a hacer de solista. Y la gente quiere adorar pero no puede porque este se pone en “estrella.” ¡Si querés cantar solo andá a tu casa! Por eso, es muy raro que en esta iglesia invitemos a un solista o a una banda a cantar, salvo alguna excepción. A Doris Machin la invitamos nosotros al Luna Park porque es una adoradora.

Ella adora y lleva al pueblo a adorar. A mi entender, eso de los solistas, los cantantes, donde la gente venía a ver un show, o donde la gente venía a escuchar una linda voz cantar, se murió. La iglesia del futuro será la iglesia que adora, pueblos que adoran. La otra vez estaba viendo un programa de televisión de una iglesia donde decian: “Y ahora… ¡nuestro pastor!”, y todos aplaudiendo. Entonces pasaba el pastor. “Y ahora viene el coro de ‘La Piedrita de David’” y pasaban las cuatro hermanas: “Él está aquí. Ouooho” Después pasó la esposa y también hizo un solo. Entonces vos tenés iglesias que se arman en base a un programa y no a la unción. ¿Entendés la diferencia? Cuando la gente viene a ver un programa, no viene a meterse en la unción, a entrar en la presencia de Dios. Las iglesias del futuro y del presente son iglesias que no arman su culto en base a un programa en que la gente viene y se sienta. ¿Por qué nosotros cuando predicamos te decimos: “Levanta la mano, decile al de al lado, ponete de pie”? Porque queremos que vos seas parte.

¿Por qué la gente que dirige en esta iglesia no habla nada? Porque todos tenemos que adorar y todos meternos en la unción.

Hace un tiempo vino un muchacho de otra iglesia y a la segunda vez que vino, dijo: “Acá en esta iglesia nadie sabe adorar”, (porque él era ministro de adoración y se ve que “lo volaron” de su iglesia y “aterrizó” acá).

Entonces decía: “Acá nadie sabe adorar. Hay que enseñarle al pueblo a adorar”… Vos tenés que cuidarte de la gente que dice: “Acá los demás no saben adorar, no entendieron el mensaje, los demás no saben lo que es la visión”, etc. Porque la gente que descalifica a otro, mañana te va a descalificar a vos.

Adoración no se enseña, adoración se experimenta. No necesitás un curso de adoración.

4. ADORACIÓN-EMOCIÓN

¡Qué fácil que es pasar de la unción de la adoración a la emoción. Porque a la gente le encanta todo lo melancólico. Y cree que el que llora más es porque Dios lo está tocando más. A veces cae la unción y hay mujeres que empiezan a los gritos ¡y se creen que eso son lenguas! Y vos buscás de donde desenchufarla. “A la mujer le cayó la unción.” -“¡No! ¡Se le rayó la lengua!” Y hace así porque se lo enseñaron de esa manera. Y siempre hay alguien que en vez de meterse en unción, se mete en emoción. A algunos les agarra un poquito de histeria sólo para llamar la atención...
Por eso nos gustan todas las canciones tristes. Entonces se confunde adoración con emoción: llorar, tristeza, etc.

5. ADORACIÓN COMO ALGO AISLADO DE MI VIDA

¿Cuántos alguna vez se sintieron en la adoración como muñequitos de torta? “Ahora levanto el brazo, ahora las dos manos, ahora cierro los ojos.” Sólo falta alguien con la manijita dandote cuerda.

Porque cuando los músicos o los que dirigen, vienen a la iglesia y no adoraron en sus casas, no son adoradores. Porque unción corporal siempre se activa por unción privada. Cuando sos un adorador y vas a la iglesia, no tenés que ponerte a orar ahí, vos ya tenés que venir a dirigir. Si vos no tenés unción privada, podés tener la voz más linda, pero no vas a impartirle nada a nadie.

La adoración corporal, o sea la unción que cae en el cuerpo de la iglesia, no sirve de nada si cuando vos salís de la iglesia no activa tu unción o tu adoración privada. Es decir, adoración privada y adoración corporal se retroalimentan mutuamente.
¿Cómo sabés que una persona entró en unción de adoración? Porque cuando viene a la iglesia puede adorar al Señor porque ya adoró en su casa. Y cuando se va no está a los insultos en la esquina, sino que lo que le pasó en la iglesia le activa su búsqueda privada del Señor.

La adoración se vuelve algo mecánico cuando no hay una adoración personal.

6. MEDIOCRIDAD

¿Qué significa mediocridad? Llegar tarde, empezar tarde.

Por ejemplo, yo fui al cine el otro día con Alejandra. Cuando llegamos, mirá esto que poderoso: la película empezaba a las ocho de la noche, estaba lleno…, nadie hablaba…, se apagó la luz… y todos miraban la película.

Y lo que más me impactó fue que cuando terminó la película… ¡la gente se fue! Yo dije: “La gloria del Señor está en este lugar.” Llegar a horario, quedarte callado e irte cuando termina, es una cuestión de coherencia. Pero hay gente que viene a la iglesia y cree que esta en el patio del fondo de la casa: “Pasame el pancho. ¡Pasame las galletitas!” Tienen a la nena que no se queda quieta y ya rompió veinte sillas, ¿y vos te crees que la madre le dice algo? No, se la tirá a los que cuidan a los chicos y les dice: “¡Hagan algo! ¡Yo quiero adorar al Señor!”, pero saca los sándwiches ¡y come como si estuviera en la casa!. Entonces la mediocridad tiene que morir.

7. CREER QUE ADORACIÓN TIENE “FASES”

¿Escuchaste esto? Alabanza = festejo; adoración = entrar en la intimidad. Eso no es así. Entonces la gente está: “Alabaré, alabaré”, pero de pronto el que dirige dice: “Ahora vamos a adorarle”, y la gente dice: “¿Qué hicimos durante una hora entonces?”

-“Vamos a entrar en Su presencia”

-“¿Por qué? ¿Dónde estuvimos entrando entonces? Ah, ¿no era la presencia donde entramos?” -“No, estuvimos en la puerta del patio.”

-“Ah, ¿ahora podemos entrar? Ah, perdón.”
Entonces según esta gente, si vos querés entrar a la presencia del Señor, tenés que esperar hasta la adoración. Y vos decís: “¿Falta mucho para que entremos a la presencia? Porque yo necesito entrar rápido ¿viste? ¡Pero hay justo cuarenta minutos de alabanza!”

¿O escuchaste el modelo del patio, del Lugar Santo y del Lugar Santísimo, el modelo del templo? Y a vos te enseñaron: “¿Cómo entrás en el Lugar Santísimo? Primero por el patio y así vas pasando.” Es decir, vos no podés entrar directamente. Tenés que entrar por el pasillo, por el dormitorio… ¡Eso no es así! Vos podés entrar a la presencia cuando decidas hacerlo, porque el velo se ha roto y no se necesita un programa para experimentar la unción del Espíritu de Dios.

Nos inculcaron las fases. Después nos metieron toda la cultura judía. Vas a las iglesias y ves a todas las chicas vestidas con cosas judías. Están con la pandereta porque la Biblia habla de la pandereta. Pero la Biblia también habla de los carros, de los caballos y de los camellos. Habla del son de bocina, ¡traigamos bocinas y estemos a los bocinazos entonces! Traigamos el salterio y el arpa también…
Una vez fui a una iglesia de unos pastores amigos y decían: “Bueno vamos a adorar a Yeshúa HaMashiaj, Elohim Adonai” ¡en América del Norte! Y cuando termina todo fuimos a comer les dije: “¿Ustedes son mesiánicos?” “No”, responden. “¡Peor entonces!” Entendé que no estoy hablando mal del pueblo de Israel, sino de que Adoración no tiene cultura. Adoración es experimentar la presencia de Señor aunque nosotros estemos sujetos a la cultura que tenemos.

8. ADORACIÓN ES CANTAR

Hay gente que cree que adoración es cantar, entonces terminamos de cantar y se ponen a charlar. Pasa un pastor y pregunta: “¿Quiénes se van a bautizar?” y ellos están con el de al lado:

“Que lindo que está este congreso, ¿no?” O viene el mensaje y eso ya no es adoración. O sea, suponen que adoración es cantar y adoración, en realidad, es una actitud que está en toda tu vida.

Toda tu vida puede ser adoración. Cada vez que algo tuyo levanta el nombre del Señor estás adorando Su Nombre. Y vos tenés que ensanchar tu pensamiento de lo que crees que es adoración. Porque la adoración que viene, las manifestaciones de adoración, van a ser con arte, con teatro, con cine, con películas, con audiovisuales, con danza, etc. Es decir que viene un ensanchamiento en las maneras de levantar el nombre del Señor como Jesucristo, el Rey Todopoderoso de
los cielos y de la tierra.

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